Los trabajos de almacenamiento de las carretillas elevadores en condiciones de frío son uno de los entornos más difíciles en los que manejar este tipo maquinaria. Las temperaturas bajo cero afectan la capacidad de la batería, los componentes electrónicos, la lubricación, la carrocería, la capacidad de los conductores para operar la carretilla, … afectando todo ello en el rendimiento de la máquina y conductor.
Sin embargo, existen soluciones que permiten operar las carretillas elevadoras de manera segura y eficiente en entornos de frío continuado, te contamos como.
Optimizando el rendimiento de la carretilla. Las temperaturas muy frías reducen sobre un 1% la capacidad de las baterías de las carretillas en temperaturas por debajo de 20ºC. En temperaturas tan bajas también puede afectar componentes electrónicos, hacer que el aceite sea más espeso y más viscoso, y debilitar el metal y hacerlo más frágil, especialmente en las uniones soldadas.
Por ello es muy importante que a la hora de comprar o alquilar una carretilla pensada para trabajar en estas condiciones, se elija uno capaz de soportar estas condiciones antes de ponerlo en funcionamiento. En el caso de UniCarriers, según Andrew Murray, National Accounts Manager de la compañía, todas las carretillas están diseñados para funcionar de forma óptima en condiciones difíciles, y no necesitan modificaciones para las operaciones de almacenamiento en frío hasta un máximo de -35 ° C. Aun así, de ser necesario trabajar con temperaturas inferiores, las carretillas pueden adaptarse y lograr la misma eficiencia y seguridad que en situación normales.
Evitar problemas de condensación. Hacer trabajar una carretilla elevadora en condiciones de frío extremo, incluso si esta necesita algunas modificaciones, es algo que se puede lograr de manera fiable, eficaz y segura. Los inconvenientes surgen cuando estas carretillas se pasan la mayor parte del tiempo entrando y saliendo del ambiente congelado a zonas que están a temperatura ambiente.
Es aquí cuando los componentes metálicos sufren más, pues con la temperatura ambiente estos se expanden, lo que puede crear problemas cuando la humedad de la atmósfera vuelve a congelarse en el momento que la carretilla elevadora regresa al almacén frigorífico.
Pero quizá el mayor problema sea la condensación. La entrada y salida de la carretilla de la cámara frigorífica, la cual está a muy bajas temperaturas, perjudica seriamente la máquina. La carretilla, al salir de la zona fría y en contraste con la temperatura ambiente, genera humedad. Y una vez la carretilla entra de nuevo a la cámara frigorífica el agua generada por la condensación se convierte el hielo, de modo que si esto sucede repetidamente, puede causar serios daños a los componentes de carretilla.
Cabinas climatizadas. Otro desafío de trabajar dentro de la cámara frigorífica es mantener al operador abrigado. Las bajas temperaturas extremas del almacén frigorífico pueden ser peligrosas para el conductor si no está debidamente protegido. Una opción es que éste vaya abrigado, pero usar mucha ropa gruesa puede mantener al conductor abrigado, pero también restringe su movimiento y puede generar situaciones de peligro. Por ese motivo es importante buscar carretillas elevadoras adaptadas con cabinas con calefacción y que estén especialmente diseñadas para ayudar a mejorar la ergonomía y la eficiencia del operador en almacenes frigoríficos.
Hoy en día las carretillas elevadoras están adaptadas para trabajar en condiciones de frío, pero aun así, es recomendable analizar el tipo de trabajos que ser realizara en este tipo de entorno para adaptar al máximo las máquinas con el fin de que afecte el mínimo posible a su rendimiento.